¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!

Como cada año, jóvenes, mujeres, inmigrantes, estudiantes y trabajadores celebramos el día del trabajador. Miles de personas, 30.000 según los organizadores y 6.000 según la guardia urbana, nos dirigimos a ronda universitat esquina con la plaza urquinaona de Barcelona para seguir a la cabecera de la manifestación presidida por el lema “Per la pau, la ocupació estable i amb igualtat”.

Como cada año, el recorrido de la manifestación finalizó en la plaza de la Catedral donde los dirigentes de los dos sindicatos mayoritarios formularon sus manifiestos en los que exponían las reivindicaciones de los sindicatos de clase.

Adjunto fotos de la manifestación (perdón por la calidad pero estan tomadas desde el móvil):

Desde aquí quiero aprovechar para felicitar a dos colectivos fundamentales que estuvieron muy activos en la manifestación y que bajo mi punto de vista son el futuro de la clase trabajadora y sus reivindicaciones: los jóvenes y los inmigrantes. Es curioso, pero las reivindicaciones de ambos sectores fueron muy similares: vivienda y trabajo seguro y estable. Los dos colectivos se hicieron notar mucho y, con ello hicieron aún más presentes sus exigencias.

Como cada año, las reivindicaciones de los trabajadores y las trabajadoras se repitieron: más estabilidad en el empleo, contra la precariedad laboral y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la plena integración de los inmigrantes y políticas activas de vivienda. Una vez más, como ejemplo del corte internacionalista de la lucha obrera, ambos dirigentes sindicales lazaron consignas de apoyo y solidaridad con sindicalistas de los diferentes países en los que todavía hoy, en pleno siglo XXI no se reconocen los derechos ni las libertades sindicales. Por su parte, José Mª Álvarez no dejó de lado la condena unánime a la explotación infantil, una gran lacra social de nuestro siglo que se produce bajo la pasividad de las sociedades occidentales.

Como cada año, afiliados y simpatizantes de UGT, nos dirigimos al moll de la fusta para celebrar la trobada anual de sindicalistas con un plato de paella, un baso de rom cremat y música amenizando el acto. Un momento emotivo en el que te reencuentras con antiguos amigos, recuerdas “batallitas” y acabas bebiendo manzanilla y bailando sevillanas en la Feria de Abril…

Y es que el primero de mayo es cada vez una celebración, una fiesta reivindicativa en la que los trabajadores y las trabajadoras recordamos las victorias conseguidas, las derrotas sufridas y planteamos los nuevos escenarios, es decir, las victorias pendientes de conseguir. Una fiesta en la que excepto unos pocos, todos dejamos de lado nuestro “carnet de militancia” para conmemorar los más de 100 años de lucha obrera y es que en esta fiesta no miras si la persona de al lado es de ERC, PSC, ICV, UGT o CC.OO, sólo las exigencias comunes. ¿Alguien se imagina este grado de cohesión entre la izquierda sociológica en alguna reivindicación? Estaría ganada con sólo plantearse: ¡recordad el NO a la Guerra!

Por último hay que mencionar algunos detalles que personalmente no me dejaron un buen sabor de boca: la disminución en la participación con respecto a la manifestación del año pasado y lo más grave: no sonaron ni la internacional ni el segadors al finalizar la manifestación en plaza catedral. Supongo que lo primero esta relacionado con las largas colas en los peajes catalanes de todos aquellos que pasaron este puente en la playa. Respecto a lo segundo, espero que no sea más que un descuido por parte de la organización, de lo contrario estaríamos hablando de desideologización.